martes, 23 de enero de 2018

COMENTARIO CRÍTICO DEL TEXTO "¡CULOS ARRIBA!", Magí Camps, 29-08-2011

COMENTARIO CRÍTICO, por Nuria Sánchez. 2º de bachillerato IES Carles Salvador, de Aldaia:


El texto “¡CULOS ARRIBA!” es un artículo de opinión publicado en “La Vanguardia” el 29/8/11 que pertenece al ámbito periodístico. Además, es un texto expositivo argumentativo que coincide con la estructura interna de este tipo de textos. Su estructura formal consta de 5 párrafos que se agrupan como explicaré a continuación.

El primer párrafo y el segundo forman la introducción, en ella se plantea una situación que posteriormente lleva al tema del que se quiere hablar. El primer párrafo va desde la línea 1 a la 7 y habla sobre cómo la moda ha pasado de llevar la ropa interior al descubierto a justo lo contrario con pantalones de talle alto. En el segundo párrafo, líneas 8-11, introduce el tema del debate lingüístico y publicitario entre claridad y elegancia. En concreto el verdadero tema del texto se enunciaría como: Reflexión sobre el (excesivo) uso de eufemismos en el lenguaje.

Los siguientes dos párrafos crean el cuerpo argumentativo. Durante el primero de estos dos, líneas 12-18, se utiliza un argumento ejemplificativo para mostrar cómo el nombre de una marca (salsa) se puede convertir en sinónimo de aquello que “vende” (un culo respingón) siguiendo con el debate ya nombrado. En el segundo, líneas 19-22, se presentan las diferentes maneras en que los latinoamericanos se refieren al concepto de “culo respingón”. De esta manera expande el conjunto de personas a las que afecta este problema englobando a todo lugar donde se habla español.

En el último párrafo se encuentran la conclusión y la tesis del texto. En él se explica cómo hasta en la RAE una palabra soez remite a otra menos y así sucesivamente sin llegar a saber de qué se estaba hablando en primer lugar. En las últimas líneas se encuentra explícitamente la. tesis que es que “quizá habría que poner remedio diciendo las cosas por su nombre”. Como la tesis se halla al final del texto decimos que su estructura es sintetizante.

Finalmente, el resumen del texto podría ser:

La moda que se basa en mostrar la ropa interior acaba de ser suplida por los pantalones altos con tecnología “push up”, que significa "levanta culos" en un lenguaje más sencillo; este tipo de eufemismos abre un debate publicitario entre claridad y elegancia; un ejemplo de este uso del lenguaje es la marca “Salsa,” que se ha convertido en un sinónimo de culo respingón; además, en Latinoamérica a los pantalones vendidos por dicha marca se llaman “levantapompis” pues la palabra “culo” es considerada demasiado soez; de hecho, en la RAE una palabra malsonante remite a un eufemismo y ese a otro para terminar sin saber de qué se habla. Por ello , se debería empezar a hablar
más claro.

Núria Sánchez.

"¡CULOS ARRIBA!"

La moda, tan arbitraria y caprichosa, ha subido las faldas a niveles de la salida de gases y ha bajado la cintura de los pantalones hasta cotas de medio muslo. Gracias a esta tendencia, la juventud ha podido lucir bragas y calzoncillos de marca, estampados de todo tipo o tangas atrevidos. Pero eso de mostrar la hucha –aquel nacimiento de las nalgas en que cabe una moneda– parece que se acaba: como no podía ser de otro modo, llega el inevitable rebote. Incapaces de poner la cintura más abajo de las rodillas, los diseñadores hacen trepar los pantalones nalgas arriba para que los abrochemos a una altura razonable. Los fabricantes de ropa interior tendrán que esperar un tiempo a recuperar protagonismo exterior y deberán conformarse con lucirse sólo en la intimidad, tal como habían hecho siempre.

Ahora llegan los pantalones ceñidos y altos, aunque no acaban de esconder las lorzas. Algunos fabricantes, además, aplican la tecnología wonder con efecto push up. Así se anuncian ya en los grandes almacenes. Traducido a un lenguaje sencillo habría que decir "pantalones levantaculos", por ejemplo, pero entonces entraríamos en el debate publicitario entre la elegancia lingüística y la claridad del mensaje.

Como una de las marcas que los comercializan se llama Salsa, el genio popular puede convertir ese nombre en un sinónimo de culito respingón, como los yogures Danone consiguieron –gracias a unas excelentes campañas publicitarias– hacer de la marca sinónimo de cuerpos impresionantes. Así pues, un culo bien puesto bien podría ser un culito con salsa, sin acabar de saber si nos referimos al ritmo tropical de los glúteos cuando el propietario camina o a la marca que lo enmarca, y también si es un culo original o tiene ayuda. Ya lo decía el gran Perich: el culo, una cosa tan cercana y tan lejana.

Los hispanos de Estados Unidos han encontrado la fórmula: "pantalones levantapompis" o "saca pompis". La solución es clara y elegante. Cabe recordar, además, que los hispanoamericanos consideran la palabra culomucho más soez que los hablantes de este lado del océano. La palabra pompis es, pues, un buen recurso. Y también emplean "levanta cola", palabra que se utiliza en Argentina, Colombia y Uruguay.

El diccionario de la RAE cae en una especie de bucle cuando para definir el eufemismo cola remite a otro eufemismo: trasero. El trasero lleva a las nalgas y aquí acabamos. Ninguna referencia a culo, que es el conjunto de las dos nalgas y es la palabra, al menos en España, de uso general. Quizá, como decía Eugenio, habría que poner remedio diciendo las cosas por su nombre.

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