MODELO ALEMÁN
Otra
vez vivimos los españoles pendientes de lo que dicen de nosotros.
Antes teníamos que soportar a los viajeros románticos; ahora a los
hombres de negro, a los que habían profetizado nuestro rescate. Y,
sobre todo, vivimos obsesionados de lo que piensen los alemanes. En
el pasado nos consideraban enemigos de las luces y fanáticos
religiosos. Los románticos veían esta nación como lo
«horriblemente bello». Ortega nos recomendó que aprendiéramos de
Alemania y abandonáramos el provincianismo, ese apego español a las
costumbres y prejuicios, eso de creerse estúpidamente el centro del
orbe. Ortega estaba enamorado de Alemania, se sabía el Cantar de los
Nibelungos y creía que sin el vino del Rin la tierra sería un valle
de lágrimas («Basta una sola gota para expulsar el pesar y la
pena»). Levitaba paseando por las «calles atoledadas de Marburgo».
Pensaba que Alemania era la maquina intelectual de Europa. Le
llamaron Torero des Geistes (torero de la inteligencia), pero a los
ciudadanos españoles los alemanes los veían como de segunda.
Ahora
valoran a nuestros cocineros, a nuestros diseñadores y prefieren
venir de vacaciones al país de Paquito El Chocolatero. Pero en
política y trabajo nos exigen un cambio de conducta. Llegaron a
considerarnos los prusianos del sur, después se han desencantado.
Ahora nos ven vagos, corruptos, pobres, trasnochadores y juerguistas.
Mi
amigo, profesor en Dresde, compara los escolares españoles con los
alemanes: «Para hacer un dictado en una clase española hay que
negociar con los alumnos; para hacerlo en Alemania no hay mas que
decir: ‘Dictado’. No rechistan».
Si
éramos una pandilla de vagos, de saltadores del presupuesto, si no
sólo hay que catalanizar España, sino germanizarla, que nos
muestren un modelo. El Estado del Bienestar nació en el 45 después
del crack del 29 y murió hace unos meses con el segundo crack.
El Welfare
State de
los obispos anglicanos, la democracia del capitalismo, quebró
también. ¿Qué modelo proponen los alemanes? ¿Arquitectos
españoles cogiendo abrigos en el guardarropa? ¿O el método Hartz 4
para evitar que los mendigos hagan barricadas en las alcantarillas
dándoles casa y 10 euros para el perro? Con los minijobs y Hartz han
logrado el 5.4 de paro. Esa receta alemana, esa disciplina, sólo
vale para los germanos, tan laboriosos, disciplinados y serios que no
pueden soportar la ociosidad o la pereza. También quieren recuperar
el dinero que prestaron, lo que Goethe llamaba el frufrú del papel
moneda, la inflación de deudas para pagar deudas. Podríamos decir
como el jornalero de la República «En mi hambre mando yo». Pero en
nuestro hambre mandan ellos.
Raúl
del Pozo. Octubre de 2013
ANÁLISIS DE LA COHESIÓN. Por Raúl Sorlí y Marina López.
La cohesión es la propiedad del texto por la que cada enunciado se
relaciona con el resto mediante procesos léxico-semánticos,
gramaticales y lógico-semánticos.
El proceso de cohesión utilizado en este texto más abundante es el
gramatical, debido al uso de deixis que encontramos a lo largo
del texto, en concreto la deixis temporal ,que aporta unidad
entre los distintos párrafos , ya que cohesionan el pasado y
el presente y organizan el texto.
Podemos decir que el texto se articula en torno a la deixis; se
puede separar en dos partes: el primer párrafo, en el que se trata
cómo veían a los españoles en el pasado, y los siguientes
párrafos, que reflejan cómo los ven en el presente. Algunos de los
ejemplos son: “antes” en la línea 1, “ahora”
en la línea 2, “en el pasado” en la línea 3, “ahora”
en la línea 10, “después” en la línea 11, “ahora”
en la línea 12 y “hace unos meses” en la línea 16
tambíen cabe destacar que en el primer párrafo aparecen verbos en
pasado (“teníamos”, “habían profetizado”, “consideraban”,
veían”…)y a partir de la línea 10 aparecen verbos en
presente(“prefieren”, “exigen”, “se han desencantado”,
“ven”...).
Para seguir con la cohesión gramatical, aunque no sea lo más
destacado del texto, encontramos mecanismos como catáforas, en la
primera oración: lo,
que incluye todo lo que se va a decir a
continuación; ttambién encontramos elipsis como en la línea 2,
junto al verbo “vivimos” donde omiten ’los españoles’.
En cuanto a la cohesión léxico-semántica, las palabras clave
que encontramos son: “españoles, alemanes, estado de bienestar,
Hartz…” ya que el texto habla de los respectivos países y su
economía.
El siguiente mecanismo léxico son los campos semánticos; destaca
el de nacionalidad: alemanes, españoles, prusianos y anglicanos, el
cual se utiliza para centrar la atención del lector en Europa. Otro
campo semántico también presente en el texto es el de los adjetivos
calificativo negativos : “vagos”, “corruptos”, “pobres”,
“trasnochadores”, “juerguistas”, todos ellos sobre cómo ven
los alemanes a los españoles. Este campo semántico cohesiona el
texto contrarrestando con otro , el de los adjetivos calificativos
positivos: “laboriosos”, “disciplinados”, “serios”,
refieriéndose a los alemanes, oponiéndolos a los españoles.
ADECUACIÓN
DEL TEXTO "MODELO ALEMÁN"
La
adecuación es la propiedad textual que tiene en cuenta los elementos
de la comunicación.
El
texto pertenece a un ámbito de uso periodístico
(concretamente el periódico El Mundo de ámbito
nacional), concretamente al género de opinión:
hablamos de un artículo de opinión firmado por Raúl del Pozo.
En
cuanto a su tipología, estamos ante un texto
expositivo-argumentativo, ya que, por un lado expone información
sobre Alemania y España (su relación, la idea que unos tienen de
los otros…) y, por otro lado, intenta defender la posición de los
españoles respecto a las críticas recibidas por parte de los
alemanes, y así convencernos de su opinión. Esta última parte es
la que predomina en el texto.
Dicha
intención comunicativa se plasma a través de las funciones
del lenguaje. Domina la función apelativa, como en todo texto
argumentativo, con el uso de los argumentos ya señalados y las
oraciones interrogativas del último párrafo; unida esta función
tenemos la expresiva (no olvidemos que lo que trata de argumentar es
su propia opinión); para ello se vale también de la primera persona
del plural. No falta, por supuesto, la función referencial, como
justificamos al decir que es un texto expositivo.
El código utilizado
es la lengua castellana, concretamente utiliza un registro estándar
(claro y sencillo), el más apropiado teniendo en cuenta el ámbito
formal en el que estamos, el amplio y heterogéneo público al que
está dirigido, y el canal escrito, por lo tanto, preparado y sin
marcas de espontaneidad. No obstante, el texto posee algunos rasgos
de nivel culto, como se demuestra en el uso de los sustantivos
“provincianismo” (5), “apego” (5), “Hartz 4” (18),
“ociosidad” (21), o del adjetivo “profetizado” (2). También
se aprecian ciertos anglicismos, como “crack” (16) o “Welfare
Street” (17); y algún neologismo como “minijobs” (19) o
“frufrú” (21).
En
conclusión, nos encontramos ante un texto expositivo-argumentativo,
porque el tema está presente en la subjetividad del emisor y la
finalidad última es orientar la opinión del receptor y dirigirlo
hacia la postura que defiende el autor.
Por
último, podemos hablar de la modalización del
texto, la cual se define como la subjetividad presente en el texto.
Como suele ser habitual en los textos argumentativos, este se halla
marcado por su autor, por medio de diversos procedimientos.
Sobre
la modalización valorativa, encontramos numerosos ejemplos de léxico
subjetivo, como el adverbio “estúpidamente” (5), los adjetivos
con cuantificador “tan laboriosos, disciplinados y serios” (20) o
los verbos “considerarnos” (11) o “se han desencantado”
(11-12). También se ve la modalización valorativa en el uso de
figuras retóricas, como la comparación de la línea 4 (“como lo
“horriblemente feo”) o la metáfora de la 8 (“Alemania era la
máquina intelectual de Europa”), así como las interrogaciones
retóricas a las que ya hemos aludido anteriormente. Otro recurso de
modalización valorativa sería el uso de los paréntesis de la línea
7, usados a modo de aclaración. Para terminar este tipo de
modalización, señalaremos de nuevo el cambio de registro en el
texto.
Pasando
a la modalización epistémica, el grado de certeza es alto, es casi
total. Lo vemos, por ejemplo, en la información objetiva que da, en
el predominio casi absoluto de las oraciones enunciativas y en el uso
del presente de Indicativo.
Para
terminar de hablar de la modalización, diremos que no se encuentran
ejemplos de consejos, sugerencias u órdenes por parte del autor.
Con
todos estos rasgos de modalización, podemos confirmar que es un
texto muy modalizado, por lo tanto subjetivo, por lo que sí que
cumple con su intención de influir sobre la opinión del receptor.
Por
todo, ello confirmamos que es un texto apropiado, adecuado, puesto
que ha empleado todos los recursos necesarios para alcanzar su
intención comunicativa de convencer al público.