jueves, 7 de noviembre de 2013

ESPERPENTO LUCES DE BOHEMIA RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN




1-SITUACIÓN POLÍTICA: LA RESTAURACIÓN (1874-1923)


            El Régimen político que en España se llamó Restauración comenzó con un golpe militar y terminó con otro. Su inicio fue el pronunciamiento del general Martínez Campos en 1874; su final, el golpe de Estado del general Primo de Rivera, en 1923.
            Luces de Bohemia se sitúa en este periodo, ya en su parte final, hacia 1920, aunque tiene referencias a otros momentos políticos de la historia de España.
            La “restauración” de la dinastía borbónica en el trono de España, después de la “Gloriosa” (1868), se hizo con la figura no de Isabel II, sino de su hijo Alfonso XII. El gran artífice de esta política fue Cánovas del Castillo. Defendía la idea de que la monarquía era algo consustancial a España, mientras que la democracia era algo teórico, pero no práctico. Por eso, la Constitución de 1876, fundadora del régimen, valora por encima de toda la institución monárquica y el papel del rey, prestando poca atención a la democracia. Establecía un sistema bicameral –Cortes y Senado-, pero el voto era censitario; (es decir, votaban solamente aquellos que cumplían el requisito de ser propietarios -aprox. Un 2`1 % de la población-).
            El sistema de Cánovas empleaba la “alternancia” basándose en dos partidos mayoritarios: el conservador, que dirigía él mismo, y el liberal, encabezado por Sagasta. Las elecciones se fabricaban, igual que los resultados, pactados antes de que se celebrasen las elecciones. El censo del electorado se realizaba a través de la figura de los caciques, pertenecientes a la élite local, provincial y regional, que actuaban como intermediarios del Estado. La clase política que los usaba en su beneficio vivía en Madrid. Algunos de estos personajes aparecen en Luces de Bohemia. Maura, el más citado, pertenecía a la clase media mallorquina; tras estudiar Derecho en Madrid entró en el bufete de Gamazo – un cacique- y terminó casándose con su hermana. A partir de ahí comienza su carrera política.
            Las Cortes aparecían como un entramado de cuñados, yernos, suegros… (“un yerno más”, exclama Dorio de Gádex en  la escena VII).
            Don Antonio Maura aparece varias veces en Luces de Bohemia y es ferozmente criticado, no por una antipatía personal del autor, sino con críticas que responden a algo real. Maura fue un personaje tremendamente impopular a partir de la llamada Semana Trágica, en julio de 1909. Fue un levantamiento espontáneo en Barcelona contra el embarque de tropas para la guerra de Marruecos. En aquellos años sólo iban a la guerra, o cumplían  el servicio militar, quienes no podían pagar “la  cuota”. Como dice el preso catalán, “no quise dejar el telar por ir a la guerra y levanté un motín en la fábrica. Me denuncio el patrón…” (Escena VI).
            El grito de “¡muera Maura!” se extendió por toda España. Maura dimitirá en octubre de 1909, en lo que podemos llamar el comienzo de la crisis de la Restauración, el telón de fondo de Luces de Bohemia. La llamada alternancia de los partidos políticos en el gobierno se rompió, el rey tenía que tomar decisiones políticas continuamente. En 1917 estalló una grave crisis que acabó con la salud del sistema instaurado por Cánovas.

2- SITUACIÓN SOCIAL: EL HAMBRE

            El sistema productivo español estaba atrasado, con una industria obsoleta. El estado de la agricultura era aún peor, con situaciones claramente feudales en lo que se refiere a las condiciones laborales, los derechos de los trabajadores y la enorme concentración de la propiedad en unas pocas familias.
            Por otro lado, desde el final de la I Guerra Mundial (1918), hubo en España un aumento de precios continuado hasta 1920, lo que afectó gravemente a los económicamente más débiles, que veían cómo su nivel de vida descendía imparablemente. Esta situación explica las profundas convulsiones que van a recorrer España en los años 1919 y 1920. Los trabajadores habían comenzado un fuerte proceso de organización, fundamentalmente alrededor de dos polos: el movimiento anarquista de la CNT y las Casas del Pueblo del PSOE.
            La situación era extremadamente tensa, sobre todo en Cataluña, donde, en 1919, se declaró el estado de guerra. Lo mismo sucedería en Madrid. Las huelgas aumentaban de día en día. Hay que tener en cuenta, además, la gran influencia que tuvo la revolución rusa de 1917, como un gran impulso moral a luchar por sus derechos.
            Pero si había lucha y organización obrera, también la había patronal. Los propietarios empresarios, aliados con el ejército, que compartía la tesis de mano dura frente a los huelguistas, acusaron al gobierno de debilidad y decidieron emplear la violencia. Obreros destacados, dirigentes sindicales, fueron eliminados por asesinos contratados. El movimiento anarquista no dudó en responder, y los atentados, las bombas, se hicieron cada vez más frecuentes. La represión patronal adoptó diversas formas: asociaciones seudo cívicas que colaboraban con la policía en la represión de los manifestantes; sindicatos que empleaban la violencia armada contra los obreros: finalmente, la ley de fugas, aprobada en 1921, que permitía a las fuerzas del orden fusilar a cualquier preso con la excusa del intento de fuga.
            La obra, publicada como hemos dicho en 1920, nos sitúa además, en su intrahistoria, alrededor de 1920, eso es innegable. Frases como “todos los días un patrono muerto, algunas veces, dos”, o “una buena cacería puede encarecer la piel de patrono catalán”, lo atestiguan. Pero su trama temporal se teje con personajes y hechos históricos que no pudieron coincidir en el tiempo, con referencias al pasado y al presente. Su combinación, su sabia mezcla, tiene una función: cada hecho histórico trata de plasmar una de las concepciones del autor: la representación de una época histórica a través de unos momentos escogidos. Presenta un momento histórico terrible, pero al mismo tiempo intenta sugerir los motivos que lo han causado. En definitiva, a través de la condensación del tiempo de la obra –pues la acción se desarrolla en 24 horas-, Inclán pretende no sólo exponer la apariencia, sino desvelar la esencia de la sociedad en la que vivió.



3- CONTEXTO LITERARIO :
           
El primer problema con el que nos encontramos al encarar el estudio de la literatura española en el siglo XX es el del término que debemos emplear para designar a los autores del final del siglo XIX y del primer decenio del siglo XX (realmente, desde 1885 a 1914). Dos términos se suelen usar: Modernismo y Generación del 98. Además, existen autores que no podemos incluir bajo ninguno de los nombres anteriores. Intentaremos clarificar estas cuestiones.
A finales del siglo XIX España vive una grave crisis general: el sistema político (turnismo; conservadores y progresistas) no funciona; se acrecientan los desfases sociales (proletarios y campesinos frente a alta burguesía); comienzan a surgir los primeros conflictos sociales violentos... Ya a finales del XIX un grupo de intelectuales propugnó una serie de medidas concretas para solucionar los problemas del país: los "Regeneracionistas": Joaquín Costa: "despensa y escuela" y F. Giner de los Ríos, con la Institución Libre de Enseñanza. En la misma línea se encontraba el escritor Ángel Ganivet.
La situación del país se agudiza con la independencia, en 1898, tras varios años de guerra, de Cuba y Filipinas, últimas colonias de España. El "desastre" provoca cuantiosas pérdidas económicas y humanas. Surge también entonces un grupo de escritores preocupados por los problemas del país, por el "Tema de España". Son los hombres de la Generación del 98.
Pero junto con los autores preocupados especialmente por la problemática nacional, conviven otros. Son los habitualmente llamados modernistas, autores que, partiendo de un resentimiento contra su época, buscan nuevos cauces de expresión alejados de los habituales, que asocian a la burguesía.
La frontera entre ambos movimientos -si es que existe-es borrosa. La crítica, tradicionalmente, ha estado dividida
El Modernismo es un movimiento literario y cultural de amplio espectro dentro del cual, como característica de uno de sus momentos y fenómeno particular, aparece la llamada Generación del 98

La huella modernista está presente principalmente en el terreno del lenguaje (sobre todo en A. Machado y en Valle - Inclán
            Valle-Inclán entraría, de pleno derecho, en ambos movimientos, muestra inequívoca de los puntos en común que existen entre ellos


A-)El Modernismo: definición
            El Modernismo es un movimiento literario que busca la renovación artística; se da gran importancia al cuidado de los aspectos formales. Los modernistas son partidarios del "arte por el arte"; se evaden de los problemas del Hombre. 
 Se basa en las siguientes características, de clara raíz romántica:
*Afán de originalidad.
*Búsqueda de la perfección formal.
*Uso abundante de recursos retóricos: aliteraciones, símbolos, sinestesias...
*Aumento de la adjetivación.
*Renovación métrica: se recupera el verso alejandrino; se usan también el dodecasílabo y el eneasílabo. Se escriben poemas basados en la métrica latina.
*Renovación estrófica: sobre las bases estróficas tradicionales se efectúan algunas modificaciones: sonetos en alejandrinos, con serventesios en vez de cuartetos...

Temas Modernistas
            Los temas fundamentales son:
a) La soledad, motivado por un rechazo de la sociedad vulgar. Es un tema de clara raíz romántica.
b) El escapismo. Ante el disgusto con el mundo, el poeta huye. Es la postura más parnasiana. La evasión se produce en el espacio (lugares exóticos) o en el tiempo (medievo, Renacimiento, siglo XVIII, mitología clásica...) El poeta crea una "torre de marfil" donde se refugia.
c) El cosmopolitismo. Es un aspecto más del deseo de evasión. Además, aporta a los modernistas un sentido aristocrático. París será la capital del Modernismo.
d) Amor y erotismo.
e) Temas americanos. No va en contra del cosmopolitismo: se trata de una evasión más hacia el pasado legendario, hacia los mitos indígenas

Autores modernistas
    En Hispano-América: José Martí y Rubén Darío.
    En España: Salvador Rueda,  Antonio Machado (1ª), Juan Ramón Jiménez (2ªetapa) y Valle-Inclán (1ªetapa).


RUBÉN DARÍO
Vida
 Nació en Nicaragua en 1867. Fue un hombre cosmopolita; viajó por toda Europa y América. Los excesos le llevan a la muerte en 1916.
Obras
 Es el creador y principal representante del Modernismo. Sus obras fundamentales fueron:
*Azul (1888). Es el libro iniciador el Modernismo parnasiano en la Literatura hispánica. Destaca por la renovación métrica, la sonoridad, el cuidado de lo formal... Se dan en él todos los rasgos propios del Modernismo.
*Prosas profanas (1896).
*Cantos de Vida y Esperanza (1905
            Rubén Darío aparece en Luces de Bohemia conversando primero con el protagonista y después con el Marqués de Bradomín. Simboliza al genio modernista arrastrado, él también, por el torbellino grotesco e insensible de la realidad.



B-) La Generación del 98

1898
El siglo XIX termina con una grave crisis: el final del imperio colonial español. En 1895 se produce el levantamiento de Cuba y en 1896 el de Filipinas, últimas colonias. España, aunque reacciona ante las revueltas, sufre una derrota total y en 1898 se ve obligada a firmar el Tratado de París por el que Cuba consigue la independencia, mientras que Filipinas y Puerto Rico quedan bajo el control de Estados Unidos.
Este acontecimiento provocó en España una ola de indignación y protesta que se manifestó en literatura a través de los escritores de la Generación del 98.

Generación del 98
Una generación literaria es un grupo de escritores que, nacidos en fechas cercanas y movidos por un acontecimiento de su época, se enfrentan a los mismos problemas y reaccionan de modo semejante ante ellos.
Generación literaria
Generación del 98
- Un grupo de escritores.
- Sus principales componentes son: Miguel de Unamuno, Valle-Inclán, Pío Baroja, Azorín y Antonio Machado.
- Nacidos en fechas cercanas.
- Todos nacen entre 1864 y 1875.
- Movidos por un acontecimiento.
- El acontecimiento histórico que los mueve es la decadencia española y el desastre de 1898.
- Se enfrentan a unos mismos problemas.
- La imagen lamentable que presenta España, que ha caído en la apatía y el desinterés.
- Reacción semejante.
- Analizan los males de España e intentan proponer soluciones.



Características literarias
Tras la pérdida de las colonias de América en 1898, año del que recibe el nombre esta Generación, sus miembros reaccionan de manera similar:
  • Se rebelan y protestan ante el atraso de nuestro país. Esto hace que propongan soluciones para la reconstrucción de la agricultura, la educación, la cultura y la economía del país. También proponen la integración de España en Europa.
  • Exaltan nuestros valores nacionales y patrióticos, a medida que adquieren un mayor conocimiento y aprecio de España.
  • Su afán reformador hace que adopten un determinado estilo literario para exponer sus ideas:
- Lenguaje sencillo y expresivo que rompe con la retórica recargada de la época.
- Vocabulario apropiado, con el fin de reflejar de la forma más justa posible lo que se quiere expresar. De ahí que abunden palabras cultas, extranjeras y populares.
- Predominio de la oración simple, concisa y breve, evitando los párrafos largos y la subordinación.






C-) El Esperpento : Luces de Bohemia


            A lo largo de la escena XII, Max Estrella expone ante don Latino su concepción de “esperpento”; tal definición ha sido largamente comentada por la crítica, especialmente su parlamento “deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España”, a lo que contesta don Latino:”Nos mudaremos al callejón del Gato”. Este callejón existió en la realidad madrileña de la época y se dice que en él se encontraban dos espejos cóncavos, como los que en las ferias se conocían como “espejos de la risa” por su capacidad de deformar la figura que reflejaban. Hasta aquí, la interpretación. Pero a través de las declaraciones del autor podemos obtener una definición más exacta y concreta sobre el esperpento.
            “Esperpento” significa, en su acepción popular, extravagancia, fealdad; don Ramón lo recoge para mostrar, según sus propias palabras “el lado cómico en lo trágico de la vida misma”. En efecto, en Luces de Bohemia los personajes no están a la altura de su tragedia. Su dolor es real, terrible, pero visto desde fuera se percibe como algo ridículo, grotesco. Hemos dicho desde fuera y eso es importante para entender la perspectiva que don Ramón decidió adoptar en los esperpentos: el distanciamiento.
            Valle-Inclán explicó su nueva forma de trabajar, manteniendo que había tres formas de ver a los personajes: de rodillas, en pie y en el aire. La primera perspectiva es la del autor que crea personajes superiores a él, como Homero. La segunda forma es la de igualdad: el personaje y el autor están en el mismo plano (los celos de Otelo son los que podría haber tenido su creador, Shakespeare). Y la tercera es la de superioridad: el autor se considera superior a sus personajes y los contempla desde la altura, sin identificarse con ellos, sin sentirse participe de sus padecimientos.
            Y efectivamente, así sucede en Luces de Bohemia: tenemos una enorme tragedia, individual –la muerte del poeta, el suicidio de su mujer y de su hija- y colectiva –la tremenda situación social-, pero estos hechos los vemos ridículos debido a los personajes que les dan vida. ¿Cómo es la muerte de Max estrella? Ridícula; nada hay de elevado en su velatorio. Max se muere en la calle convirtiendo sus últimos momentos en una parodia, con un velatorio cruel y grotesco. Se nos habla de hambre, de injusticia, de corrupción, pero son los mismos personajes quienes se traicionan unos a otros, incluso don Latino, quien estafa y roba a su amigo Max quedándose con su billete de lotería premiado, pero no tiene inconveniente en declararse su perro fiel, su hermano. Los personajes viven un momento cruel, terrible, pero no son capaces de verlo porque carecen de valores morales. La crítica del autor apunta contra todos –unos y otros- precisamente por esa falta de conciencia ética. Lo trágico es la situación misma; lo ridículo, los personajes, que no solo no están a la altura, sino que ni siquiera pueden comprender lo que ocurre a su alrededor.
            Hay una tensión entre lo trágico y lo ridículo, aunque algunos personajes están tratados con dignidad: el preso anarquista y  la madre del niño muerto, por ejemplo. Sin embargo, éstos no hacen más que acentuar el contraste entre una mayoría carente de principios éticos que vive la tragedia sin darse cuenta siquiera, y una minoría que comprende y sufre, como el preso y la madre.
            La obra no es una propuesta de solución para ese estado de cosas. Es más bien un grito de protesta y de denuncia contra una sociedad cuyos valores han desaparecido y que ha convertido el mundo en una parodia, en un esperpento.



ESTRUCTURA DE “LUCES DE BOHEMIA”

            La obra vio la luz, por primera vez, en la revista España, en los números de julio a octubre de 1920. Para su edición en libro el autor añadió, además de algunos cambios estilísticos, las escenas II, VI y XI. Con esto, además de aumentar la profundidad temática de la obra, dejaba una estructura precisa en quince escenas.
            Lo primero que salta a la vista es la estructura circular de la obra. Si en la primera escena nos hallamos en la buhardilla de Max estrella, con la invitación al suicidio colectivo que hace a su familia, la obra se cierra con una referencia a este ambiente, la muerte misteriosa de dos señoras – la mujer y la hija del poeta- con el tufo de un brasero y la duda del titular de prensa “¿Crimen o suicidio?”.
            El conjunto de las escenas se dividen en dos grupos: las doce primeras, en las que tiene lugar el recorrido madrileño del poeta y su muerte, y las tres últimas, que relatan los hechos inmediatos al fallecimiento del poeta. Las doce primeras plantean la obra, las tres finales son un anticlimax. Ambos grupos de escenas tienen el mismo lapso temporal de doce horas. Max sale de su casa al anochecer y regresa para morir de madrugada en la escena XII; las  tres escenas restantes ocupan el mismo tiempo, el velatorio acaba sobre las cuatro de la tarde, seguidamente se desarrolla el entierro, y finaliza la obra ya de noche en la taberna de Pica Lagartos.

EL ESPACIO

            Igual que el tiempo de la obra es un tiempo condensado, denso, así ocurre con el espacio. La obra se desarrolla en Madrid, pero en múltiples escenarios, lo que podríamos llamar la diversidad escénica: Una taberna, un café, la calle, la comisaría, la redacción de un periódico, etc.   Las escenas y los personajes sólo tienen sentido vistos en conjunto, como piezas de un rompecabezas que únicamente al verlas ordenadas y en su totalidad nos ofrecen la figura completa.


LAS ACOTACIONES

            Son muy literarias y superan su función, la de dar indicaciones referidas a la acción, los personajes y a lo que conviene al desarrollo de la escena. En ellas cobra especial importancia la luz, que aparece en casi todas las acotaciones. Así es como el autor concebía el teatro: como un gran espectáculo visual.

TEMA Y TEMAS DE LA OBRA

            ¿De qué trata Luces de Bohemia? Evidentemente, basa su acción dramática en el recorrido nocturno de un poeta olvidado y su muerte. Pero eso es la anécdota, la excusa para un mensaje de mayor alcance.

a) Denuncia de la situación histórica social: el hambre y la corrupción política

            Un tema evidente es la problemática histórica y social. Las referencias son muy numerosas por ejemplo, al hambre. Las manifestaciones tumultuosas, con asalto y saqueo de tiendas, se relatan con frecuencia en la prensa de 1919. Frente a las organizaciones obreras y a las manifestaciones – a veces espontáneas- para saquear establecimientos, aparecen organizaciones patronales amparadas por la policía y el gobierno: una de ellas es la Acción Ciudadana, también llamada Asociación o Unión Ciudadana. Esta organización participaba protegiendo a los esquiroles o cargando con la policía contra los manifestantes. (De ahí que se hable del “cate” que le alcanzó a Crispin, por Ej.)
La corrupción se manifiesta en los “fondos reservados” (escena VIII), que los Ministerios de Gobernación y Estado distribuían sin ningún control. Se empleaban para sobornar periodistas, a los que se les concedía empleos o cargos públicos para recompensar sus “silencios” o controlar sus comentarios. Los beneficiados con semejantes empleos no tenían que asistir y se limitaban a cobrar el sueldo.

b) la muerte

            Este es un tema implícito desde el comienzo de la obra. Aparece:

-Al principio, cuando Max propone a su familia el suicidio.
-Cuando (escena XI) Max le dice a don Latino “Te invito a regenerarte con un vuelo”.
-En la escena VI, en la conversación entre el preso catalán y Max.
-En la XI, también en la conversación de Rubén Darío.
-Muere el niño en la escena IX, etc.

c) Denuncia de la falta de valores éticos en la sociedad española

            Efectivamente, la muerte de los inocentes, las victimas inocentes como el niño de la escena novena, cumplen la función de mostrarnos la falta de valores éticos, la “chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la  muerte de la sociedad española”, según las palabras del protagonista en la escena II.
            Ejemplos de estas actitudes insolidarias e inhumanas son:

-En la escena XI, ante el asesinato del niño el tabernero comenta que “son desgracias inevitables para el restablecimiento del orden”
-En la misma escena y ante el dolor de la madre, don Latino exclama “hay mucho de teatro”.
-El anarquista de la escena VI será asesinado por los mismos policías que deberían custodiarlo, sin que nadie proteste.
            Además, a través de los personajes vemos diversas maneras de enfrentarse a la muerte, lo cual toca tangencialmente el tema de la religión: desde la postura de Max, partidario rotundo del suicidio, sin ninguna creencia, pasando por la resignación del preso político hasta llegar a Rubén Darío, quien se declara creyente.
            Con este abanico de temas, posturas religiosas y actitudes ante la muerte y la circunstancia, la obra no es unívoca. Aunque tradicionalmente se ha hablado de denuncia social, no es este el único tema. El gran fondo es la carencia de valores de la sociedad española, ejemplificada en una serie de ambientes e individualidades

EL LENGUAJE DE Luces de Bohemia

            Quizás el mérito fundamental de esta obra se encuentre en la profunda renovación de la lengua literaria que establece Valle-Inclán. Encontramos muchos niveles de habla, voces y citas literarias dándose la mano con madrileñismos y vulgarismos, términos gitanos y galleguismos, creaciones del autor y voces de la literatura española clásica.           
            Hay , además, una mezcla chocante entre los niveles de la lengua:
a-Nivel culto: palabras griegas como eironeia (ironía), latinas salutem plurimam, referencias mitológicas, Hermes, Minerva, referencias literarias (Hay un verso de La Vida es Sueño, de Calderón de la Barca, con el que Max saluda recién empezada la obra: (Mal Polonia recibe…), versos de Espronceda, o de Rubén Darío mismo, que los recita. Se citan además otros muchos autores :Verlaine, Villaespesa, Shakespeare…

b-Nivel popular
            Al lado del nivel de creación (neologismos, galleguismos…) y del nivel culto, tenemos la lengua popular. Aparecen voces gitanas (gachó, mulé), vulgarismos (dilustrado, sus, apegarse, cuála), y, sobre todo, el habla de Madrid. Este lenguaje había sido empleado por otros autores de género chico, pero Valle- Inclán lo utiliza para mostrar el lenguaje de la calle, de la taberna, del chulo y del borracho. Es mucho más que un recurso de estilo: la mezcla de niveles, la creación, el batiburrillo de voces de la calle es una concepción de la lengua como generador de la conciencia, del alma colectiva de un pueblo. Cuando escogió expresar ese dolor sobre la situación española, esa critica que lanza sobre una sociedad, escogió salir de los usos y maneras del lenguaje teatral de su época, fabricando un nuevo lenguaje que contuviese todos los niveles del habla. 


4- EL AUTOR: RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN

      

                                                  
1. Biografía             (1869-1936)
Ramón Valle y Peña nace el 28 de Octubre de 1869 en Villanueva de Arosa (Pontevedra), procedente de familia de noble abolengo, aunque ya no gozaba de buena situación económica.
Valle-Inclán inicia su formación bajo la tutela de su padre. Posteriormente se matricula en la facultad de leyes de Santiago aunque más que a los estudios, se dedica fundamental a participar en los círculos culturales gallegos. A la muerte de su padre, se traslada a Madrid y allí continúa su incipiente labor literaria.
En 1892 marcha a Méjico. Más tarde dará como motivo de este viaje en una fingida autobiografía publicada la necesidad de huida ante un desengaño amoroso y justifica la elección del país porque "México se escribe con equis".
En Veracruz mantendrá relaciones con periodistas de los diarios locales con los que colabora. Pronto marcha a la capital mejicana, donde adopta el nombre de Valle Inclán y entra en contacto con el Modernismo. Tras una temporada en Cuba vuelve a Galicia en 1893 y permanece algún tiempo ocupado en lecturas y tertulias. Adopta ya la indumentaria más o menos estrafalaria de los jóvenes escritores franceses y en 1895 publica su primer libro, Femeninas.
En 1896 Valle se instala en Madrid. Son los años del Desastre pero también un tiempo fecundo en talentos literarios en el que se practica e idealiza la vida bohemia marcada por tertulias y dificultades económicas. Entre los contertulios de nuestro escritor destaca lo más representativo de la intelectualidad de la época: Benavente, los Baroja, Azorín. Se convierte en un personaje famoso y la fama de sus anécdotas se extiende por los ambientes culturales madrileños.
En 1902 la publicación de Sonata de Otoño le hace conocer el éxito y en 1907 se casa con la actriz Josefina Blanco a la que acompañará en numerosos viajes por diversos países como Argentina, Chile o Uruguay. Por otra parte, trabaja como corresponsal de guerra para distintos periódicos y se crea para él la cátedra de estética de la Escuela de Bellas Artes a la que renuncia por no saber aclimatarse a la vida académica. Los años siguientes están marcados por la alternancia entre períodos de reconocimiento y cargos públicos con otros de penurias económicas. Se divorcia de su esposa y ve rechazada definitivamente su candidatura a la Academia.
Muere en Santiago el 4 de Enero de 1936.
2. Perfil humano
La personalidad de Valle Inclán es sumamente compleja: soñador, aficionado a los cuentos y leyendas galaicas, a las gestas heroicas y a los ideales utópicos, enemigo de toda vulgaridad y oportunismo.
Se sentía atraído por lo irracional y esotérico. En sus obras nos ha dejado abundantes muestras de su interés y fascinación por los fenómenos sobrenaturales y la cábala. En muchos aspectos es un típico escritor de fin de siglo pero siempre original.
Con su curioso ceceo llevaba la voz cantante en las tertulias y le gustaba mostrarse independiente y altivo como un "enfant terrible" que se distinguía además por su vestimenta. Para Gómez de la Serna "era la mejor máscara a pie que cruzaba la calle de Alcalá" y el dictador Primo de Rivera lo calificó de "eximio escritor y extravagante ciudadano". En conjunto, como han destacado muchos de sus contemporáneos, llevaba "una vida teatral que se desarrollaba detrás de una máscara"
.
     Valle-Inclán representa, frente a la línea de la Generación del 98 propiamente dicha -Unamuno, Azorín, Antonio Machado...- una tendencia más esteticista y complacida en efectos de lenguaje y forma -es decir, lo que se ha llamado en literatura «modernismo»-. No se trata, sin embargo, de un vacío estilismo; hay en su originalidad un designio moral en la búsqueda de refinada perfección
3-Obra Literaria:

a- Narrativa 

Su producción narrativa se inicia en el Modernismo. Dentro de esta estética se inicia Valle con Femeninas y Epitalamio, colección de relatos sutiles, sensuales y muy musicales. Más adelante llevará a cabo todo un monumento del Modernismo: son las Sonatas Sonata de Otoño (1902), Sonata de Estío (1903), Sonata de Primavera (1904) y Sonata de Invierno (1905)—. En ellas relata, de forma autobiográfica, los amores del Marqués de Bradomín (un Don Juan ochecentista, cínico y sensual que es, a su vez, personaje de L.de B.). En estos relatos, Valle-Inclán representa una nostalgia sensitiva típica en los discípulos de Rubén Darío
Cabe destacar también una de las mejores y más importantes obras en toda la prosa modernista hispana: "Flor de Santidad". Esta obra, sin huir de las formas musicales y coloridas del Modernismo, se centra un poco más en las tradiciones populares y leyendas gallegas con las que Valle se familiarizó en su infancia.
Por la cantidad de texto en estilo directo (diálogos), algunas obras narrativas de Valle, como el ciclo de las Comedias bárbaras, podrían considerarse dramáticas. Al revisarlas y comprender la dificultad —o imposibilidad— de representarlas se las ha incluido entre sus novelas.
Otro vertiente de la novelística de Valle queda plasmada en los "Relatos de la Guerra Carlista" (1909), donde ofrece un tratamiento nuevo de esta temática, raspando el efectismo épico dominante en obras anteriores del autor y adoptando un estilo más sobrio, entrañable y lleno de emoción.
La novela "Ruedo Ibérico" se burla de la corte de Isabel II y presenta ya la orientación crítica y grotesca que predominan en sus últimas creaciones.
Tirano Banderas (1926) narra la caída del dictador sudamericano Santos Banderas, personaje despótico y cruel que mantiene el poder gracias al terror y a la opresión. Es una excepcional descripción de la sociedad sudamericana y la primera vez que se aborda literariamente la dictadura.
Estas novelas marcan un cambio en la postura estética de Valle-Inclán, acercándose un poco a las preocupaciones y críticas propias de la generación del 98.
No obstante, es importante mencionar la postura formal que adaptó Ramón del Valle-Inclán en estos cambios. No llegó a revelarse como un artista noventayochista del todo, sino que absorbió las críticas y las preocupaciones de este grupo y las barajó en su estilo propio e inimitable.

b- Poesía 

La obra poética de Valle-Inclán está reunida en la trilogía Claves líricas (1930), formada por Aromas de leyenda, El pasajero y La pipa de Kif.
Aromas de leyenda (1907), recibe la influencia del Modernismo. Inscrito también en la estética modernista, El pasajero (1920) desarrolla en treinta y tres composiciones temas de gran trascendencia: la muerte, el dolor, la vida, la pasión, la eternidad, etc.
Con La pipa de Kif (1919), Valle-Inclán da paso en sus poemas a lo grotesco, a lo esperpéntico. Esta obra ha sido definida como una colección de estampas trágico-humorísticas.

c- Teatro 

El teatro de Valle-lnclán suele dividirse en cinco períodos:
1.     Ciclo modernista. A él pertenecen obras como El Marqués de Bradomín (1906) y El yermo de las almas (1908).
2.     Ciclo mítico. Partiendo de su Galicia natal, Valle-lnclán crea un mundo mítico e intemporal. La irracionalidad, la violencia, la lujuria, la avaricia y la muerte rigen los destinos de los protagonistas. Pertenecen a este período la trilogía Comedias bárbaras y Divinas palabras (1920).
3.     Ciclo de la farsa. Se trata de un grupo de comedias recogidas en un volumen titulado Tablado de marionetas para educación de príncipes (1909, 1912, 1920). Estas obras presentan un continuo contraste entre lo sentimental y lo grotesco, y sus personajes, marionetas de feria, anuncian la llegada del esperpento.
4.     Ciclo esperpéntico. Está formado por Luces de bohemia (1920 y 1924) y el volumen titulado Martes de Carnaval (1930).
5.     Ciclo final. En esta última etapa Valle-Inclán lleva a su extremo las propuestas dramáticas anteriores: presencia de lo irracional e instintivo, personajes deshumanizados, esquematizados y guiñolescos, y la técnica distorsionante del esperpento. Sus obras quedan recogidas en Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte.
Valle-Inclán, al igual que Miguel de Unamuno y Azorín, se enfrenta directamente al teatro comercial vigente. Esos tres autores muestran una clara oposición al teatro realista, costumbrista y de corte burgués que tanto éxito tenía en los escenarios, si bien cada uno de ellos ensayará una técnica particular.