COMENTARIO REALIZADO POR
Estela Martí, 2º de Bachillerato IES Carles Salvador:
La cohesión es la propiedad textual que nos permite conocer la
interrelación que se establece entre los elementos de un texto. De los dos
grandes apartados en los que ésta se divide, nos encargaremos de la gramatical.
Entre los mecanismos gramaticales que cohesionan el discurso se encuentra
el uso de elementos de referencia interna como son las anáforas numerosas a lo largo de todo el discurso, bien
mediante el pronombre relativo “que” (l.1,3,4,6,8,9,10,12,18…) y el relativo
“quienes” (l.13), desempeñando cada uno distintas funciones. También la elipsis forma parte de los elementos de referencia interna.
Ésta está presente en las líneas 19 (depositará->Drácula: elisión de
sujeto), 12 (es->usted: elisión de sujeto). Además el texto cuenta con dos catáforas recalcables: en la línea 9 “unos gigantes de la
filosofía y de la ciencia, Pitágoras, Sócrates…” y en la línea 16 mediante del
uso de dos puntos “Somos como nos quiere el poder: consumidores, autómatas…”
Los mecanismos de deixis externa son, principalmente, los referidos
al emisor y al receptor. Para señalar la relación entre estos dos elementos del
acto de comunicación, el autor utiliza (deixis
personal) algunas marcas
gramaticales como son las desinencias verbales de la primera persona del
plural: “somos” (l.16) o demostrativos y pronombre personales: “nuestro” (l.7),
“nuestra”(l.15) y “nos”(l.10,16,19). De este modo el autor establece conexión
con los lectores, es decir, se establece una relación de complicidad entre un
participante de la comunicación interna ( el autor) y uno externo (el lector).
En lo que a deixis temporal se refiere se pueden encontrar unos
cuantos deícticos como “hoy” (l.3 y 17) y “aún” (l.10) que aumentan el grado de
cohesión del texto relacionando elementos internos y externos al tiempo que
relacionan el resto de elementos deícticos y los sitúa en la perspectiva de un
amplio presente.
En cuanto a los conectores
textuales, especialmente
relevantes para esta propiedad textual y también para la coherencia, hallamos
diferentes ejemplos: de tipo aditivo “y/e” ( l.11, 12, 15, 19), disyuntivo “o”
(l.2), de contraste “pero” (l.18), u otro que introduce una idea para hacer una
comparación “de la misma forma con que” (l.6) u otro para hacer referencia a
una situación pasada “hubo un tiempo…” (l.9); todos ellos con la función de
conectar distintos fragmentos del texto. Aún así, cabe recalcar que al final
del texto los conectores escasean creando una sensación de inquietud al
lector.
En conclusión, nos encontramos ante un texto bastante cohesionado,
mayoritariamente gracias a conectores y a mecanismos de referencia interna como
las anáforas.
La cohesión léxica
La cohesión es la propiedad textual que nos permite conocer la
interrelación que se establece entre los elementos de un texto, y
concretamente, ahora comentaremos la cohesión que analiza los elementos
sintáctica y léxicamente. Así pues, en este apartado comentaremos los elementos
de repetición y las relaciones semánticas entre las palabras.
Para empezar, entre las repeticiones encontramos “conde Drácula” (l.
8,17 y 19), “cerebro” (l. 3 y 7) o “móvil/es” (l. 14, 17 y 20) “canibalismo”
(l.1 y 3) y “mundo” (l. 4 y 17)
Después en lo que se refiere a los sinónimos hay diferentes
ejemplos: “cebar” y “atiborrar”
(l. 6 y 12 respectivamente), “mundo” y “humanidad” (l. 17 y 11) o “festín”
y “banquete” (l. 13 y 19).
Además, hallamos varias figuras retóricas como la alegoría del conde
Drácula o el canibalismo digital, este último sobre todo en el primer y tercer
párrafo. También encontramos un símil en el segundo párrafo donde comparan a
los usuarios con patos atiborrados para obtener foie gras.
A continuación, vemos una gran variedad de hiponimia en relación a varios
hiperónimos como el de la comunicación: “publicidad (l.12), “información”
(l.12), “redes sociales” (l.7)... Este hiperónimo está estrechamente
relacionado con el de la informática y la tecnología. Así pues hay distintos
hipónimos: “bigdata”, “blockchains” y “dispositivos
móviles” (l.11), “inteligencia artificial” (l.14), “digital” (l.17),
“aplicación” (l.20)... Otro hiperónimo relevante es el de la comida del que
formarían parte los hipónimos: “hombre” (l.2), “canibalismo” (l.1 y 3),
“gatronómica” (l.1), “comerse” (l.1), “nutritivo” (l.12), “atiborrado” (l.12),
“se ceba” (l.6).
En conclusión, gracias a todos estos recursos el texto de Manuel Vicent
presenta una gran cohesió. Con la alegoría que recorre todo el texto (Conde
Drácula) Vicent consigue captar la atención del lector y hacerle ver de manera
más clara cómo nos controlan las multinacionales de la informática. Esto mismo
es lo que hace mediante otras metáforas y el símil: facilita la comprensión de
la información por parte del receptor. Luego gracias al uso de los diferentes
tipos de repeticiones y de campos semánticos el autor consigue tanto cohesionar
el texto léxica y semánticamente como ayudar a asimilar mejor los múltiples
conceptos de los que habla, pues nos aporta mucha información de manera
contínua para conseguir así que se obtenga una visión global del tema en
cuestión. Todo ello presente en los ejemplos, las apelaciones, las
comparaciones, las definiciones...